Desde que recientemente anunciaron una charla que va a tener lugar en Cataluña en octubre de este año y que lleva por título “El autismo es recuperable” se han generado muchas muestras de indignación en las redes.
De entrada, la expresión “recuperable” ya me sonó mal, pero he me tomado un tiempo para investigar y así poder entender mejor quienes son los que proponen esta “solución”. Y fíjate tu, que buscando sobre la entidad que organiza el evento resulta que tiene un libro que lleva el mismo título (por cierto, cuando se publicó en España ya nos advirtieron en 2016, mira aquí) y junto al nombre del Blog (lo que me hace suponer que no es ninguna entidad, sino un señor) aparece el lema: “Sí, luche contra el y verá resultados. No se deje convencer por los que viven del autismo”…ah! mira (he pensado) que este señor debe formar parte de los que NO viven del autismo a pesar de afirmar que esta es la “cura definitiva del autismo”.
De los otros 3 ponentes no he encontrado NADA relacionado con el autismo (ni artículos, ni conferencias, ni vídeos…) pero bueno, si ellos afirman que se recupera pues será…aunque… si no sabes nada de autismo ¿como vas a poder recuperarlos? ¿Ya sabrán donde tienen que ir para rescatarlos?
La “solución” al autismo que fundamenta esta recuperación es el conocido MMS que es dióxido de cloro obtenido a partir de la mezcla de clorito de sodio y ácido acético. Habitualmente se usa como desinfectante y blanqueador industrial porque es muy efectivo: desinfecta al 100%. A partir de aquí, es lógico suponer (sin necesidad de ser una gran química) que ingerido pueda causar efectos nocivos en el organismo…y como yo no lo sé, he buscado y más bien lo que he encontrado han sido advertencias sanitarias sobre su peligro, nada que apoye su uso, vaya!
Pero el señor de la “organización” afirma que ya hay casos de niños curados: voy a ver…resulta que tampoco, que hay una “supuesta” madre (que debe ser la prima, o una fan del señor) que presenta casos diferentes (aquí o mira aquí)…vaya! Será mentira también.
Paralelamente, entidades de reconocido prestigio en España como la CONFEDERACIÓN AUTISMO ESPAÑA o AETAPI (la Asociación española de profesionales del autismo) han emitido un comunicado que vale la pena leer, advirtiendo de que se trata de un fraude y del riesgo que supone para la salud de las personas. Alto y claro.
Así que ahora sí que puedo decir que estoy indignada. Sobretodo con los que se aprovechan de la vulnerabilidad y el sufrimiento de las personas para sacar provecho (económico o social, me da igual). Y me sumo a las protestas de aquellas madres o padres que denuncian actos como este.
Y me vais a permitir que desde aquí aporte algunas reflexiones que no tienen otro objetivo que compartir algo que he aprendido de las muchas familias que conozco:
- Cualquier diagnóstico que se refiera a tu hijo/a duele: da igual que sea Síndrome de Down, autismo, epilepsia, sordera, dislexia o fimosis. Todas las madres y padres deseamos lo mejor para nuestros hijos/as y no queremos que les pase nada. Cuando es así (cuando tienen “algo” que pueda suponer alguna dificultad para ellos) se nos rompe el corazón y lo único que queremos es “borrar” de sus vidas esa dificultad. Y lloramos, y sufrimos, y rogamos…para que sean felices, para que ellos no tengan que sufrir.
- Tienes derecho a buscar la “solución”. Claro que sí, porque lo que te mueve a buscar en cualquier parte es el amor que sientes por tu hijo/a y ese deseo innato de que no tenga ninguna dificultad. También tienes derecho a ir hasta el rincón más perdido del mundo, a gastar el dinero que quieras, a probar lo que quieras…Incluso a pensar que no vas a dejar de intentar lo que sea para ayudar a tu hijo/a, ¿cómo podrías vivir pensando que no te esforzaste lo suficiente?.
- Pero “ellos” lo saben. Eres carne de cañón, estás desesperado/a y eres un potencial cliente para gente sin escrúpulos que te promete la luna. Saben que no escuchas, que no razonas. Que lo que buscas son soluciones lo más rápidas y efectivas posibles y que estás dispuesta/o a pagar lo que sea para conseguir algún tipo de mejora.
- Las terapias milagrosas no existen. Esta frase no es mía, me la dijo una vez una prestigiosa neuróloga: “si existieran mandaríamos a la gente en autobús a curarse”. ¿Sabes porqué? Pues porque cada persona es distinta y tu hijo/a es único. Porque los Síndromes, trastornos, lesiones cerebrales…tienen en común el nombre, la definición y algunos síntomas pero se “expresan” de manera distinta en cada uno de nosotros. Porque ante todo, somos personas, no la “enfermedad”.
- No compares. Porque lo que le funcionó a este niño o a aquel quizás no le funcione al tuyo. Simplemente porque se trata de niños distintos.
- Desconfía. De las terapias que valen una cantidad “indecente” de dinero. De las que son a puerta cerrada y a ti no te cuentan nada de lo que ocurre ahí dentro con tu hijo/a. De las que no tienen una base lógica o científica. De los que te dicen que son “los demás” los que están en su contra (por envidia o por motivos económicos).
- Contrasta la información. No te quedes con una sola fuente de información para validar un método, busca en diferentes lugares y mejor si son “oficiales”: colegios profesionales, autoridades sanitarias, colectivos especializados…Pregunta antes.
- Los métodos tradicionales no son malos, los profesionales tampoco. Hay personas que dedican su vida entera a investigar, a acompañar a las personas con discapacidad en todas sus etapas de desarrollo, a estudiar, a encontrar nuevas metodologías que funcionen…Aunque no te lo parezca, los servicios y los profesionales han avanzado mucho y siguen progresando para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, para incluirlas en la sociedad. Y ¿sabes quién está detrás de todo esto?: familias. Es cierto, queda mucho por hacer, pero estamos en ello (juntos).
- Usa tu sentido común, no te lo dejes en casa! Porque tu, como madre o como padre, tienes la responsabilidad de que tu hijo/a crezca sano y feliz. Si pruebas una terapia y nos ves ningún progreso en un plazo razonable, déjala. Si te proponen hacer algo con tu hijo que le puede causar daño, di que No.
- Infórmate bien de todos los riesgos
NOTA IMPORTANTE: en este artículo no he usado ningún nombre ni de personas ni de pseudo-organizaciones. Simplemente porque como creo que es un engaño no se merecen ningún tipo de publicidad.
Os recomiendo este artículo firmado por Daniel Comín y publicado por Autismo Diario en 2015.