
Después de que en los últimos Posts de este BLOG te contara como detectar si tienes estrés o si sufres el “síndrome del cuidador quemado”, es de justicia que ahora te cuente qué puedes hacer para paliar sus efectos o prevenir su aparición.
Ante todo, quiero aclarar que a pesar de que el tipo de discapacidad que tenga tu hijo/a es uno de los factores que pueden influir en tu nivel de estrés, no es determinante. Naturalmente, las madres y los padres sufrimos cuando nuestro hijo/a tiene una grave lesión cerebral, parálisis cerebral, una enfermedad rara, un Trastorno del espectro Autista (TEA) o Síndrome de Down (por nombrar algunos), incluso si todavía no tenemos un diagnóstico claro.
Pero sufrimos por motivos distintos: porque no puede caminar, o comunicarse, o centrarse en algo, porque no es aceptado en la escuela, porque se frustra con sus propias limitaciones, porque no puede hacer lo que hacen los niños de su edad, porque depende de nosotros para realizar cualquier actividad de la vida cotidiana o porque su futuro es incierto…Todos estos motivos son lícitos y compartidos por muuuuuchas madres y padres, pero no tienen tanto que ver con el diagnóstico, sino con la manera como nosotros lo vivimos. De aquí que no podamos determinar “qué es lo que se siente” cuando se tiene un hijo/a con tal o cual diagnóstico, porque existen tantas maneras de vivirlo como personas.
La clave es esa frase que seguro que ya conoces:
Lo importante no es lo que te ocurre en la vida, sino como te lo tomas.
Es decir: la actitud que tomamos cada uno de nosotros ante las dificultades. Y en la gestión del estrés la actitud es determinante.
No se trata de ser optimistas o de pensar en positivo (eso es muy difícil en ciertas situaciones), sino de mantenerse atento y desarrollar unos hábitos y estrategias que nos ayuden a afrontar la realidad y el sufrimiento que provoca en nosotros.
Te cuento alguna de ellas y te recomiendo que las pongas en práctica (al menos una) para notar los efectos, especialmente si consideras que ya tienes algunos de los síntomas de estrés:
- Tu eres tan importante como las personas a las que amas: ni más ni menos, así que deberías cuidar de ti tan bien como lo haces con los demás. No te dejes para el final y priorízate. Puedes empezar mirando tu agenda: a lo largo de 1 semana, ¿qué tiempo te dedicas a ti? Para descansar, hacer algo que te guste, quedar con tus amigos/as…
- Mantente conectado/a contigo: escucha tu cuerpo ¿estás bien? O te sientes cansada/o, sin energía…¿qué necesitas realmente? Por las mañanas puedes mirarte al espejo y preguntarte: ¿cómo estás hoy? También es importante que te des cuenta donde tienes la cabeza ¿das muchas vueltas a los temas que te preocupan? Deja de hacerlo
- Descansa si lo necesitas: no hace falta que lo dejes todo, quizás tienes suficiente con ir a dormir más temprano, tomarte una siesta de 20 minutos o leer durante un rato…hacer lo que te vaya mejor a ti para descansar tu cuerpo (sobretodo si no puedes dormir por las noches para atender a tu hijo/a, deberías recuperar ese rato de sueño)
- Quédate en el presente tanto rato como sea posible: intenta observar si tienes la tendencia de ir hacia el pasado o hacia el futuro, todos lo hacemos, es normal, pero hacer el esfuerzo por estar con lo que ocurre en el ahora disminuye la sensación de estrés.
- Pasa tiempo con otras personas, no te aísles: seguro que tienes a tu alrededor a personas que se preocupan por ti y que te ofrecen su mano. Acepta su ayuda, y si no lo hacen pero la necesitas, pídela. Dedicar tiempo a los demás (pareja, amigos…) nos da la posibilidad de compartir y conocer otros puntos de vista, de dar y recibir…aprovéchala.
- Agradece lo que tienes: no des más vueltas a lo que te falta o a lo que “pasaría si…”. Si te fijas bien, seguro que tienes en tu vida cosas de mucho valor, si las reconoces te sentirás más afortunado/a de lo que crees.
- Se amable contigo: la madre o el padre perfectos no existen. Todos lo hacemos lo mejor que podemos y a pesar de eso, cometemos errores. No te culpes por no llegar a todo y reconoce tus limitaciones y tus éxitos.
Espero que alguno de estos TIPS te sean útiles. Si quieres saber más o aprender “cómo se hace” te invito a que participes en el próximo CURSO PRÁCTICO DE GESTIÓN DEL ESTRÉS que realizaremos en Barcelona a partir del octubre. Hay dos grupos: de mañana o de tarde y las inscripciones están abiertas.
Si quieres más información sobre este curso, dale al botón: