
Se habla muy poco del importante papel que ejercen los abuelos y abuelas de los niños con necesidades especiales pero lo cierto es que sin ellos, muchas cosas no serían posibles. Unos se ocupan de los hermanos/as cuando es necesario, cocinan de más para dejarlo en la nevera, se ofrecen para pagar esto o aquello, pasan las tardes haciendo lo posible por estimular a sus nietos, ejercen de taxistas para llevarles a terapia o a los tratamientos. También miran (y comparten) en silencio la inquietud de sus hijos/a.
Pero ahí están, en segunda línea, muchos dispuestos a ayudar, esperando a que les permitan pasar a la acción para ofrecer la ayuda que esté en sus manos. Y eso tiene mucho mérito y merece un reconocimiento, porque su papel no es nada fácil.
Los abuelos suelen “sufrir” por partida doble: por un lado lo hacen por los padres (su propio hijo/a y su pareja) y por el niño/a con necesidades especiales (y los hermanos de ese niño/a, si es que los hay). En general, les preocupa la forma en que lo afrontan, todo lo que tienen entre manos y quizás se sienten inseguros sobre cómo podrían ayudar.
Algunos abuelos y abuelas, lo tienen más difícil para afrontar la realidad, algunas veces es debido a que no tienen toda la información de lo que está pasando (no están en primera línea) y dependen de lo que los padres les puedan contar.
En el primer momento, los padres tienen que afrontar la incertidumbre y aparecen muchas preguntas (algunas de ellas solo se resuelven con el tiempo). Los abuelos y abuelas también necesitan tiempo para ajustarse y sentirse capaces de hacer lo que ya han hecho con tus otros nietos o a hacerlo de una manera distinta.
Probablemente el apoyo que necesita el nieto o nieta con discapacidad sea diferente a lo que han hecho hasta ahora, pero la relación que tengan con él o ella será igual de especial y valiosa.
Además de necesitar de información, la mejor manera de comprender y aprender a tratar a su nieto/a con discapacidad es pasar tiempo con él y adquirir experiencia. Esto también tranquilizará mucho a los padres. Es importante recordar que será él o ella quién mostrará hasta dónde puede llegar, no el diagnóstico.
Quizás los abuelos quieran implicarse en la atención de su nieto o nieta con discapacidad, pero no sepan exactamente cómo hacerlo debido a sus necesidades especiales. Lo mejor es preguntar a los padres cómo se hace, así de sencillo.
No existe ninguna fórmula mágica para encontrar “la actividad correcta” para hacer con el nieto o nieta con discapacidad, lo mejor es hacer lo que harían con cualquier niño: encontrar algo que le guste.
Si los abuelos no se ven capaces de hacer ninguna de estas cosas no pasa nada, ya que algunas requieren mucha energía.
Los abuelos/as no deberían olvidar a los hermanos (ni a los primos) del nieto/a con discapacidad. También pueden estar preocupados o confundidos. La forma en que lo estén viviendo, depende de muchas cosas, pero la edad es importante. Seguramente, desde que ha nacido su hermano/a con discapacidad, los padres les dedican menos tiempo. De nuevo, el papel de los abuelos es fundamental en esta situación, convirtiéndose en el adulto de referencia cuando parece que a su alrededor todo ha cambiado.
En general, los hermanos/as necesitan más tranquilidad y naturalidad que explicaciones, sobre todo si son pequeños. Los abuelos pueden contribuir a que tengan estabilidad y seguridad simplemente, haciendo de abuelo/a, tal y como lo han hecho antes de la llegada del hermano con discapacidad, y estando dispuestos a responder las preguntas que quieran hacer.
Una de las preocupaciones que comparten muchos abuelos y abuelas es el futuro de su nieto con discapacidad (y de sus hijos). Una estrategia que puede ayudar a afrontar esta preocupación es centrarse en el día a día, en los ratos que pueden pasar hoy con él/ella y disfrutar del momento. Nadie sabe cómo será el futuro.
Aún hoy, algunas personas del entorno de los abuelos o por la calle pueden mirar a su nieto o nieta con extrañeza y esto puede molestar, pero deben de tener en cuenta que quizás no saben qué hacer, qué decir, cómo reaccionar…Los abuelos pueden mostrarles con su comportamiento cómo les deben tratar y si es necesario, explicarles lo que convenga.
Para terminar, algunas recomendaciones para abuelos/as de niños con necesidades especiales
- Muestra a tu nieto con discapacidad que le quieres tal y como es.
- Sé comprensivo y ten paciencia, probablemente el desarrollo de tu nieto o nieta con discapacidad será diferente al de los otros niños.
- Debes mantenerte dispuesto a aprender acerca de las capacidades y las limitaciones que te mostrará tu nieto o nieta.
- Es importante conocer las rutinas que tiene el niño en casa: horarios de comer, dormir, salir… pueden ser importantes porque les dan seguridad.
- Un niño con discapacidad no es tan diferente: a todos les gusta que les hablen, les canten, les den abrazos…
- Para muchos niños y niñas con discapacidad la anticipación es muy importante. Esto significa adelantarles lo que pasará dentro de unos momentos, donde iremos, qué vamos a hacer …
- Si es necesario, adapta o prepara algún espacio de tu casa para cuando te visite tu nieto/a con discapacidad: comprueba que pase el cochecito especial, un rincón donde pueda jugar con sus juguetes, pon un pictograma (una foto o un símbolo) para señalar que ese rincón será “suyo”.
Recuerda: hay muchas maneras de ayudar a tu nieto o nieta y a su familia. Solo es necesario que encuentres la que os vaya mejor a todos vosotros.
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